"Cuando era pequeño, la gente solía decirme que estaba en Babia, a lo que yo respondía "¿en cuál de todas?"
Encontrarme, mayormente, en otro sitio que no fuera mi propia realidad, me hacía feliz, porque era capaz de viajar a infinitos mundos sin moverme del sitio. Los libros son capaces de conseguir eso; de llevarnos a otros mundos imaginarios, ficticios o, incluso, reales (a través de las experiencias de otros).
A veces, por las circunstancias, no podemos salir de nuestro entorno. Pero, ¿por qué privar a la mente de viajar cuando el cuerpo no puede?. No fui totalmente consciente de esos viajes hasta que no iba haciéndome más mayor.
¿Quién no ha querido ser alguna vez una Marie Curie o un Jason Bourne o un Miguel Ángel o una Hipatia o un Edmundo Dantes?. No importa el personaje que elijamos; lo que importa es cómo queremos encarnarlo: cómo sería vivir su vida, cómo sería sentir lo que es capaz de hacer, cómo sería vivir en su mundo...
De ahí qué me cuestionase por qué no "crear" mis propios personajes, con sus proezas, con su vida (o vidas), con sus mundos...
La vida no es sólo un momento determinado sino un conjunto de ellos. Y todos esos momentos hay que vivirlos a tope. Así pues, a vivir la vida con nuestros seres queridos, familia, amigos, entorno, personajes imaginarios o reales... Pero vivirla.
CARPE DIEM. CARPE OMNIUM
Tras más de veinte años de trayectoria social y clínica cuidando y tratando pacientes con diversos perfiles psicológicos, la pandemia de COVID-19 acontecida en 2020 y su consecuente confinamiento en los hogares, despertaron de nuevo su sueño de escribir.
Lo que comenzó siendo una vía de escape y evasión ante tal funesta situación se convirtió en su primera novela, la cual se titula "Un puente entre dos miradas" repleta de emociones el lector acompañará a la protagonista durante un pasado en blanco y un futuro incierto.